El YOGA no sólo es un método de estiramiento y meditación; es una conciencia, es vivir el presente, es unión, síntesis e integridad.
El YOGA es la vida. ॐ
jueves, 24 de julio de 2008
Compasión
"El Buda no puede hacer nada por nosotros. No hay nada que conseguir de un maestro" dice Keizan.
Buda enseñó la Vía del despertar, pero él no puede darnos el despertar. El maestro puede animar y estimular la práctica justa, pero no puede practicar en lugar de nosotros.
El despertar del otro no nos es de ninguna utilidad si nosotros no lo hacemos realidad por nosotros mismos. No obtenemos el despertar a algo exterior, sino que nos hacemos íntimos con lo que somos en realidad. Nos hacemos tan íntimos que no podemos distinguirlo ni delimitarlo a través de sonidos, formas, pensamientos, percepciones. Es lo que compartimos con todos los seres, es lo que fundamenta la existencia de todo el Universo.
Realizando esta dimensión de la vida no separada de todos los seres, puede desarrollarse el verdadero espíritu de compasión. La compasión no es un esfuerzo voluntario, practicar la caridad o ayudar al otro, sino que es la experiencia de nuestra vida no separada del otro. Esto implica la capacidad constante de ponerse en lugar del otro, no desear poseer lo que tiene el otro, abrirse a la realidad que compartimos con el otro. Cuando realizamos esta intimidad más allá de nosotros mismos, podemos expresarnos como lo hace Keizan.
"La luna de la mente brilla claramente
los ojos se abren como una flor
las formas percibidas son totalmente frescas"
¡Ójala podamos hacerlo realidad cada uno de nosotros!
Buda enseñó la Vía del despertar, pero él no puede darnos el despertar. El maestro puede animar y estimular la práctica justa, pero no puede practicar en lugar de nosotros.
El despertar del otro no nos es de ninguna utilidad si nosotros no lo hacemos realidad por nosotros mismos. No obtenemos el despertar a algo exterior, sino que nos hacemos íntimos con lo que somos en realidad. Nos hacemos tan íntimos que no podemos distinguirlo ni delimitarlo a través de sonidos, formas, pensamientos, percepciones. Es lo que compartimos con todos los seres, es lo que fundamenta la existencia de todo el Universo.
Realizando esta dimensión de la vida no separada de todos los seres, puede desarrollarse el verdadero espíritu de compasión. La compasión no es un esfuerzo voluntario, practicar la caridad o ayudar al otro, sino que es la experiencia de nuestra vida no separada del otro. Esto implica la capacidad constante de ponerse en lugar del otro, no desear poseer lo que tiene el otro, abrirse a la realidad que compartimos con el otro. Cuando realizamos esta intimidad más allá de nosotros mismos, podemos expresarnos como lo hace Keizan.
"La luna de la mente brilla claramente
los ojos se abren como una flor
las formas percibidas son totalmente frescas"
¡Ójala podamos hacerlo realidad cada uno de nosotros!
Para agradecer
Me pongo a escribir con el corazón lleno de alegría y agradecimiento, ya que gracias a la posibilidad de ofreceros las sesiones de Yoga, yo mismo he avanzado un poco más. He adquirido conocimientos nuevos, que seguro serán de gran utilidad en mi camino por la vida.
La lección más importante ha sido sin duda alguna la constante y creciente “confianza”: la CONFIANZA en un poder interior.
Mis preguntas siempre obtuvieron respuestas: por medio de una sensación, una voz interior, un libro, un medio de comunicación (periódico, radio, tv...), una súbita llamada... Esta experiencia la he tenido a menudo durante los últimos tiempos, lo que me ha demostrado, una vez más, que hay algo que no podemos comprender: el gran misterio. Te lo cuento para darte ánimos. No soy ni mejor, ni más que tú. Si yo recibo ayuda es porque esa ayuda también existe para ti en todas las situaciones de la vida. Pero debemos abrirnos para recibirla.
Para la mayoría de nosotros, no es fácil tener esta confianza. Para poder conseguirla es necesario trabajar una y otra vez en alimentar esa confianza primigenia. Sirve de gran ayuda el recogernos tanto como podamos en el silencio, basta con unos minutos. Tomemos en serio todo aquello que nos hace sentir insatisfechos o desgraciados y busquemos con insistencia una solución.
Cualquier carencia en la salud o en la alegría de vivir, causada por la insatisfacción que sentimos ante la relación con nosotros mismos, con los demás o con las actividades que llevamos a cabo, es de importancia capital y un obstáculo que debemos vencer. Superar ese desafío nos permite avanzar por el camino de la vida.
Podemos realizar nuestra función en la vida apretando los dientes, o como si se tratara de un juego. Y cuanto más serias son las circunstancias, más puede ayudarnos la ligereza que da el sentido del humor. Tal vez, en un instante, nos coloque encima del obstáculo, en lugar de tropezar con él. ¡¡Cuanto mayor sea éste, mejor será nuestra nueva perspectiva!!
Es importante que permanezcamos relajados y mantengamos una actitud abierta. Si en un principio no lo conseguimos, seguro que nos espera algo mucho mejor. A veces, una solución puede parecernos muy poco atractiva y sólo con el paso del tiempo nos damos cuenta de que ha resultado ser la óptima.
No importa la dificultad de la situación, disfrutemos las pequeñas cosas de la vida cotidiana. En nuestro interior también hay un artista de la vida que sabe convertir todo en lo mejor, como las pequeñas alegrías en grandes acontecimientos. Un artista de la vida también sabe tratarse bien a sí mismo. Si nos convertimos en expertos en este campo, también podremos llenar de felicidad todo nuestro entorno con nuestro arte.
No olvidemos que todo lo que debe desarrollarse, ya sea la confianza, la serenidad, la constancia o el humor, necesita tiempo e implica recaídas; pero unas veces más, otras menos, está siempre presente.
Podemos ver el camino de nuestra vida como una espiral que va subiendo por la ladera de una montaña, hasta la cima. Pasamos una y otra vez por la misma cara de la ladera, donde el sendero se hace más difícil, pero siempre estamos más arriba. Por lo tanto, avancemos con los ojos abiertos y con ánimo.
“Permanece siempre en un estado de alegre expectación”. La imaginación no tiene límites. Podemos imaginar lo hermoso, lo que nos hace felices, o bien la enfermedad, la más profunda de las soledades, la pobreza, etc...¿Por qué no esperar lo mejor y ver con alivio qué es lo que llega?
Yo intento cada día mejorar esta capacidad. Inténtalo y verás que detrás de cualquier recodo del camino nos espera una aventura nueva, grande o pequeña.
Te animo a vivir el yoga con entusiasmo y recogimiento.
TE DESEO MUCHA SUERTE!!!!
La lección más importante ha sido sin duda alguna la constante y creciente “confianza”: la CONFIANZA en un poder interior.
Mis preguntas siempre obtuvieron respuestas: por medio de una sensación, una voz interior, un libro, un medio de comunicación (periódico, radio, tv...), una súbita llamada... Esta experiencia la he tenido a menudo durante los últimos tiempos, lo que me ha demostrado, una vez más, que hay algo que no podemos comprender: el gran misterio. Te lo cuento para darte ánimos. No soy ni mejor, ni más que tú. Si yo recibo ayuda es porque esa ayuda también existe para ti en todas las situaciones de la vida. Pero debemos abrirnos para recibirla.
Para la mayoría de nosotros, no es fácil tener esta confianza. Para poder conseguirla es necesario trabajar una y otra vez en alimentar esa confianza primigenia. Sirve de gran ayuda el recogernos tanto como podamos en el silencio, basta con unos minutos. Tomemos en serio todo aquello que nos hace sentir insatisfechos o desgraciados y busquemos con insistencia una solución.
Cualquier carencia en la salud o en la alegría de vivir, causada por la insatisfacción que sentimos ante la relación con nosotros mismos, con los demás o con las actividades que llevamos a cabo, es de importancia capital y un obstáculo que debemos vencer. Superar ese desafío nos permite avanzar por el camino de la vida.
Podemos realizar nuestra función en la vida apretando los dientes, o como si se tratara de un juego. Y cuanto más serias son las circunstancias, más puede ayudarnos la ligereza que da el sentido del humor. Tal vez, en un instante, nos coloque encima del obstáculo, en lugar de tropezar con él. ¡¡Cuanto mayor sea éste, mejor será nuestra nueva perspectiva!!
Es importante que permanezcamos relajados y mantengamos una actitud abierta. Si en un principio no lo conseguimos, seguro que nos espera algo mucho mejor. A veces, una solución puede parecernos muy poco atractiva y sólo con el paso del tiempo nos damos cuenta de que ha resultado ser la óptima.
No importa la dificultad de la situación, disfrutemos las pequeñas cosas de la vida cotidiana. En nuestro interior también hay un artista de la vida que sabe convertir todo en lo mejor, como las pequeñas alegrías en grandes acontecimientos. Un artista de la vida también sabe tratarse bien a sí mismo. Si nos convertimos en expertos en este campo, también podremos llenar de felicidad todo nuestro entorno con nuestro arte.
No olvidemos que todo lo que debe desarrollarse, ya sea la confianza, la serenidad, la constancia o el humor, necesita tiempo e implica recaídas; pero unas veces más, otras menos, está siempre presente.
Podemos ver el camino de nuestra vida como una espiral que va subiendo por la ladera de una montaña, hasta la cima. Pasamos una y otra vez por la misma cara de la ladera, donde el sendero se hace más difícil, pero siempre estamos más arriba. Por lo tanto, avancemos con los ojos abiertos y con ánimo.
“Permanece siempre en un estado de alegre expectación”. La imaginación no tiene límites. Podemos imaginar lo hermoso, lo que nos hace felices, o bien la enfermedad, la más profunda de las soledades, la pobreza, etc...¿Por qué no esperar lo mejor y ver con alivio qué es lo que llega?
Yo intento cada día mejorar esta capacidad. Inténtalo y verás que detrás de cualquier recodo del camino nos espera una aventura nueva, grande o pequeña.
Te animo a vivir el yoga con entusiasmo y recogimiento.
TE DESEO MUCHA SUERTE!!!!
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